lunes, 8 de marzo de 2010

Real Madrid-Sevilla 3-2

No falla. En cuanto llego pronto al Bernabeu hay prologómenos, homenajes, minutos de silencio, saqués de honor y no hay nodo porque a nadie se le ha ocurrido todavía...

Esta vez tocó el turno a un minuto de silencio por el terremoto de Chile, precedido por la salida al campo con la bandera de Chile (no sé porque no se sacó también en su momento la de Haití, tal vez porque nadie se la sabía)

Eso sí, tal vez debido a que por culpa del maldito terremoto a reducido lo que dura un día, el minuto trascurrió más rápido que nunca. Posiblemente también influyó la consabida mala educación de los ultras que aprovecharon el masónico mutis para insultar a los rivales. Y encima hubo quien me echó en cara que no me levantara y aplaudiera al final. Menos mal que esta vez no pusieran música de fondo.

El sábado no hubo un momento de relajo para poder dedicarse a discusiones banales, pero ya hay una bandería que se está montanto poco a poco: frente a raulistas y gutistas, llamados obviamente a desaparecer, los marcelistas emergen poco a poco. Hablaremos de ellos.

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