viernes, 30 de abril de 2010

ZARAGOZA 1, R. MADRID 2

Ya, ya sé que publicar la entrada del partido del sábado el viernes siguiente es un poco raro. Pero, además de una buena porción de pereza, decidí esperar al resultado del partido entre F.C. Barcelona y el Internazionale de Milán. Porque, muchas de las conversaciones que se dieron en el Sydney giraron en torno a ese encuentro.

Los habituales antimadridistas, al ver el resultado final, con goles de la enfermería, se afiliaron al club del “clavo ardiendo”, y claro, su única ilusión era ver al Farsa paseando la Copa de Europa por la Castellana, camino de la Cibeles... Pues va a ser que no.

Yo, por mi parte, me volví a cubrir de gloria, criticando la salida al terreno de juego de Raúl, pero, como el espíritu del madridista es de natural noble, supieron perdonar.

La concurrencia empieza a creer en el título de liga, y eso se nota en la afluencia, que me estoy pensando bajar al bar dos horas antes y acaparar sillas y taburetes, para después venderlos en la reventa.

Lo que se está poniendo chunguillo es lo de las gambas, pero confiemos en Cristiano.

lunes, 19 de abril de 2010

Real Madrid - Valencia 2-0

Fue empezar el partido y mis vecinos de localidad y servidor sentir unos picores y malestar generalizado que no sabíamos a qué achacar.

En un principio pensamos que los cubitos de los cubatas previos al partido podían estar en mal estado, pero otro de los vecinos dio con el diagnóstico cabal a nuestros males.

Aunque nuestra zona es de socios, parece ser que algunos socios peseteros, descastados y vendidos al enemigo habían vendido a ciertos facinerosos sus abonos, de tal modo que muchas de las localidades aledañas habían sido ocupadas por culés el día del clásico entre los clásicos, y claro había cierta ponzoña en el ambiente.

Afortunadamente llegaron los porreros de costumbre con su incienso particular, los que habían merendado con sus regüeldos expansivos y los que acababan sus digestiones con sus flatulencias pestilentes para que todo volviera a su ser.

Hasta llegaron los aromas de un bocadillo de gambas al ajillo que nos hicieron recordar la tarea pendiente que tiene Ronaldo. Ese que parece a aquel genial saltador de pértiga, Sergei Bubka, que sólo saltaba un centímetro más por torneo para sacar más pasta.

jueves, 15 de abril de 2010

ALMERÍA 1, R. MADRID 2

Volví a ser infiel al Sydney. Y esta vez por solidaridad con mi socio de blog, que no podía ir a verlo hasta allí. El bar elegido, cercano al centro de trabajo del colega, sin ambiente, sin sonido de la tele casi, y lo más importante, sin antimadridistas, que son las sal del fútbol en el bar.

Encima, van y nos habilitan una sala exclusivamente para nosotros, que pensábamos estar en un palco del Bernabeu. Eso si, el mamón este, debido a un ocasional dolor de muelas mío, se ha zampado todos los aperitivos.

El Madrid, como de costumbre, Cristiano, Guti y poco más, y así, ni liga ni leches.

De precio, moderado, y la temprana hora del partido, sumada a la falta de tensión me ha hecho pensar que estaba viendo un amistoso.

Será tal vez el bajón del partido del sábado.

Por cierto, estoy viendo al Valencia ahora mismo, y de pensar en la defensa blanca, acojona.

domingo, 11 de abril de 2010

Real Madrid-Barcelona 0-2

Sólo una cosa de bueno tuvo este partido, por una vez logré colocarme en un sitio donde nadie fumaba en derredor, ni sustancias legales ni prohibidas. Algo es algo.

Y además, para rizar el rizo, por primera vez conseguí ver jugar al Madrid en casa tomando cerveza de la de verdad, de la que tiene alcohol. Y no porque estuviera en palco ni nada parecido.

Simplemente conseguimos tener con nosotros el preciado líquido algo ilegalmente pero es que hay partidos en los que conviene asumir el riesgo.
Como curiosidad mencionar que hace mucho que tampoco veía cerca de mi elementos de la orilla del Manzanares. Pero algo me hace suponer que el indivíduo en cuestión había leído la crónica del partido del Sporting y estuvo de lo más moderado. Si aquello le pasó a uno del Gijón, a uno del Aleti se le podría haber tirado al vacío como mínimo.

Y en el cesped, pues se confirmó la evidencia, pero mientras hay liga hay esperanza. Y como uno es muy malo en matemáticas, pues habrá liga hasta la última jornada.

domingo, 4 de abril de 2010

RACING 0, R. MADRID 2

El Sydney cerrado. Semana Santa. Y yo me busqué un buen sucedáneo, vive Dios. Un bar de chinos, descubierto en una avanzadilla días antes. La gran sorpresa es la parroquia que allí me encuentro. Medio Sydney, la verdad, más de los malos que de los afines, Amadeo incluido. El chino que lo regenta, me recibe con aspavientos dignos de un monarca, más cuando le informo de que voy a prescindir de los aperitivos habituales.

Empezado el encuentro, un tipo de los que ya hace años que disfrutan de pensión, entra en el bar. Y dada su cojera, reclama a gritos un asiento donde presenciar el partido. Amablemente, un hombre entrado en edad, le cede la mesa, lo que me hace volver la cabeza y descubrir que es mi tabernero habitual, que el miércoles pasado me dejo a mi y a mi socio de blog en la calle, pues decidió pillar el puente por anticipado. El cojo recién ingresado le monta un número al chino-barman de aquí no te menees, para que le invitara a mi recién adquirido compañero de barra. En fin, un Show.

Pero mayor es el espectáculo que monté yo, (cómo no), cuando el hijo del sol naciente, o poniente, o de su china madre me pidió 5 eurazos por cada pelotazo, aduciendo que como el vaso era más grande cobraba más.

Al final, nuevo triunfo, (aburridísimo) blanco y otro bareto censurado, este, a perpetuidad.