lunes, 29 de marzo de 2010

Real Madrid - Atlético de Madrid 3-2.

Hay veces en que cuando uno va al fútbol, parece que en realidad está en el locutorio. El partido disputándose, y todos los que me rodean siguiendo el partido...a través los auriculares por donde siguen el partido. Y para dar más ambiente de locutorio tuve situado a mi izquierda a un aficionado proveniente de alguna ex-colonia.

Para más INRI cada uno de los radioescuchas se nutre de una emisora distinta, así que cada tiene versiones distintas para la jugada que acabamos de ver todos. Me recuerda a aquella frase de Groucho Marx: "¿Me va a creer a mí o a sus propios ojos?"

Y luego están aquellos que comentan por teléfono cómo va el partido con gente que está en el exterior. Y es que en los templos del deporte tenía que estar prohibido el uso de celulares, como sucede en los servicios religiosos o en las oposiciones. Más de uno se perderá un gol porque está mandando un SMS a alguien para escarnecer a su equipo.

Cuando empecé a ir al fútbol (al Calderón a animar al equipo visitante, salvo que se tratara del Barça) unos pocos llevaban aquellos pinganillos blancos de un solo auricular, los cuales permitían sin problema a los usuarios sostener una conversación con el vecino, pero los nuevos modelos aislan de tal manera que a más de uno le va a caer una bengala al lado y sólo se va a dar cuenta porque suda un poco más de lo habitual. Esto no es lo que era.

Y ayer seguramente se usaron ayer masivamente las nuevas tecnologías, porque sólo hubo emoción en el resultado, lo que es el partido, pues para borrar del disco duro.

jueves, 25 de marzo de 2010

GETAFE 2, R. MADRID 4

En el Sydney hoy hemos disfrutado de la presencia de un invitado de lujo, que no es otro que El Último de Filipinas, compañero de alegrías y penas del este humilde blog.

Por su tamaño le reservé asiento privilegiado, junto a Jesús, a la sazón, propietario del condominio. La verdad, tras un primer tiempo brillantísimo del Madrid, dedicamos el descanso y el segundo periodo a cotorrear acerca de asuntos ajenos al fútbol, indagar sobre la marcha del partido de baloncesto que disputaba el hermano equipo y dejarnos gorronear el aperitivo por el borrico oficial del bar.

Amadeo, el de las gambas, aguantó casi estoicamente el partido del tirón, creo que más que nada por si a Cristiano le partía la pierna algún madrileño periférico, tras ver como el luso recortaba la diferencia entre comer marisco de balde a pagarlo de su bolsillo con dos chicharros, pero, cuando tras el balompédico encuentro conectamos con el baloncesto, se largó, proclamando a voz en grito que dos triunfos blancos eran demasiado para él en un mismo día.

Auguro, tras lo visto, un absoluto vacío de atléticos para el domingo.

domingo, 21 de marzo de 2010

Real Madrid - Sporting 3-1

El que hubiera tres días festivos, la supuesta poca entidad del rival y que el frio hubiera remitido temporalmente, propició una deserción masiva de socios. Por ello se podían ver camisetas rojiblancas por todo el estadio, incluso en las zonas reservadas a los socios.

Uno de esos osados se ubicó en la fila que precede a la mía, y ligeramente a la derecha. Bien parecía un clon de Villa, tanto de rostro como de físico.

Cuando ellos marcaron el gol no se recató lo más mínimo en exteriorizar su alegría, gritando, saltando e incluso blasfemando, de lo cual tomó buena cuenta el personal.

Y como poco dura la alegría en casa del pobre, pronto llegó el empate. Momento en que hasta un raulista que me acompaña gritó el gol a unos escasos centímetros del astur oído ( y eso que para lograrlo tuvo que hacerlo adoptando una postura digna de un tratado de yoga)

El rojiblanco mantuvo el tipo y se mostró impertubable y digno. Pero en ese momento se precipitaron los acontecimientos. Llegó el segundo del Madrid, y unos que se sitúan en la fila posterior a la mía, pensaron que no bastaba con gritar, así que le arrojaron a la espalda un vaso de plástico con hielos, empapándole literalmente. Él agarró el vaso y lo arrojó hacia atrás, pero de tal manera que el vaso y los hielos contenidos adoptaron una trayectoria ligeramente oblícua y cayeron sobre el raulista que me acompaña.
Éste le recriminó al gijonés su proceder, a lo que siguió un enfrentamiento entre ambos que casi llegó a las manos.

Mientras los autores del desafuero callaban como putas. La acción que había sido cometido con alevosía por haber atacado por la espalda, con nocturnidad, pues ya era de noche, y no con premeditación, pues para meditar y/o premeditar hace falta algo de matería gris, y encima la remataron arrojando un paquete vacío de tabaco que cayó sobre los ultrasur. Sólo faltó que tirarán un preservativo usado para hacer la trilogía viciosa.

Poco antes del tercer gol me di cuenta de que también habían llegado hielos a mi asiento, y cuando meditaba (más bien postmeditaba) qué hacer llegó el gol, y pensé que bien me compensaba la ligera molestía, y que bastante castigo se llevaban ya los hijos de Pelayo.

lunes, 15 de marzo de 2010

VALLADOLID 1, R. MADRID 4

Volvieron los antis al Sydney. Y se fueron como vinieron. Con dos palmos de narices. Por que, a diferencia de otros años, el Madrid sacó fuerzas de flaqueza y le endosó un serio correctivo al Valladolid. Por otro lado merecido, que los pucelanos parecían huestes catalanas en pos de una lesión blanca. Que han dado leña para aburrir. Yo, justo es reconocerlo, auguraba hoy una derrota madridista, por aquello de la pájara de la resaca europea. Pero no, Cristiano es mucho Cristiano y empujó al equipo hasta la victoria, que, tras los tres goles de ese magnífico futbolista llamado Messi, había de ser de dos goles de diferencia por lo menos, para mantener el liderato provisional, último tablón al que agarrarnos.

Penalti claro de Ramos, que no pitó el árbitro, pero que compensó en parte las tarjetas claras que debió sacar a los vallisoletanos por su juego extra duro.

Al final, justa victoria blanca, tal vez, por lo visto en el partido, algo corta, con un Higuain que se reivindica partido tras partido.

Olvidemos este año Europa, y pensemos que ganar la liga es más importante, porque tiene casi más estados España que todo el continente junto.

Y a los antis, que les den...

lunes, 8 de marzo de 2010

Real Madrid-Sevilla 3-2

No falla. En cuanto llego pronto al Bernabeu hay prologómenos, homenajes, minutos de silencio, saqués de honor y no hay nodo porque a nadie se le ha ocurrido todavía...

Esta vez tocó el turno a un minuto de silencio por el terremoto de Chile, precedido por la salida al campo con la bandera de Chile (no sé porque no se sacó también en su momento la de Haití, tal vez porque nadie se la sabía)

Eso sí, tal vez debido a que por culpa del maldito terremoto a reducido lo que dura un día, el minuto trascurrió más rápido que nunca. Posiblemente también influyó la consabida mala educación de los ultras que aprovecharon el masónico mutis para insultar a los rivales. Y encima hubo quien me echó en cara que no me levantara y aplaudiera al final. Menos mal que esta vez no pusieran música de fondo.

El sábado no hubo un momento de relajo para poder dedicarse a discusiones banales, pero ya hay una bandería que se está montanto poco a poco: frente a raulistas y gutistas, llamados obviamente a desaparecer, los marcelistas emergen poco a poco. Hablaremos de ellos.