jueves, 25 de marzo de 2010

GETAFE 2, R. MADRID 4

En el Sydney hoy hemos disfrutado de la presencia de un invitado de lujo, que no es otro que El Último de Filipinas, compañero de alegrías y penas del este humilde blog.

Por su tamaño le reservé asiento privilegiado, junto a Jesús, a la sazón, propietario del condominio. La verdad, tras un primer tiempo brillantísimo del Madrid, dedicamos el descanso y el segundo periodo a cotorrear acerca de asuntos ajenos al fútbol, indagar sobre la marcha del partido de baloncesto que disputaba el hermano equipo y dejarnos gorronear el aperitivo por el borrico oficial del bar.

Amadeo, el de las gambas, aguantó casi estoicamente el partido del tirón, creo que más que nada por si a Cristiano le partía la pierna algún madrileño periférico, tras ver como el luso recortaba la diferencia entre comer marisco de balde a pagarlo de su bolsillo con dos chicharros, pero, cuando tras el balompédico encuentro conectamos con el baloncesto, se largó, proclamando a voz en grito que dos triunfos blancos eran demasiado para él en un mismo día.

Auguro, tras lo visto, un absoluto vacío de atléticos para el domingo.

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