lunes, 11 de enero de 2010

Real Madrid-Mallorca 2-0.

Cuando vi la hierba, todo parecía indicar que íbamos a ver un partido de cine.

No había alfombra roja, aunque sí una enorme bandera de Europa. Mejor que fuera azul, porque si fuera roja sería la de la Comunidad, y puestos a pisar mejor la continental que la regional.

Luego vinieron los trailers:

1.- Sonó el himno de Europa. Apatía general del público con algún que otro silbido y el canto del "Que viva España" de los Ultra Sur.

2.- Saque de honor del Sr. Secretario para la Comunidad Europea. Con abucheo generalizado, silbidos y griterío desaforado. (Poco faltará para que no nos sancionen por ello)

3.- Minuto de silencio por el conductor, el segundo entrenador y el jefe de prensa de la selección de Togo. Se siguió el silencio, aunque alguno soltó el chiste fácil de "Togo go to Togo".

Y cuando al fin empezó aquello, pues a pasar algo de frío hasta que encendieron las calefacciones, y como uno está cubierto, pues a reírse de los que tienen mejores localidades pero la nieve les caía a plomo. Y es que nunca nieva a gusto de todos.

Y tampoco el partido fue de cine. El maldito brujo ese no ha conseguido que Ronaldo se vuelva a lesionar, pero algo desafinada si que se le ha quedado la mirilla.

Aunque mejor que no marcara, porque con la obsesión que tenía al final, se hubiera vuelto a quitar la zamarreta y otra tarjeta amarilla para la saca.

Y hoy con la garganta jodida por llamarle de todo a López Garrido.

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