Real Madrid - Málaga 2-0

Otro partido que parecía que iba a ser de cine: pequeño homenaje a Van Nilsteroy, saque de honor de Carlos Sainz, minuto de silencio por lo de Hatí. Esto no deja de ser una ventaja para los que vivimos lejos del Bernabeu. Podemos llegar tarde tranquilamente que cuando llegamos todavía están con los prolegómenos.

Y eso que no se dieron cuenta de que era el Dia de la Paz, que si no organizan una suelta de palomas. Pero algo debió imprimir el día, porque eso de ver a Guti de proscrito a capitán del equipo, no tiene precio.

Más raro aún fue que no hiciera ninguna de las suyas y los progutistas pudiéramos salir con la cabeza alta.

Y asombroso fue ver a más de un anti-Guti aplaudiéndole cuando le cambiaron. En justa medida y por aquello del día de la paz pensé que debía aplaudir la entrada de Raúl, pero es que me pilló mirando en el marcador cuanto tiempo faltaba para el final. Otra vez será.

Lo que está claro es que en Portugal no se debe celebrar la efemérides, porque hizo la guerra por su cuenta y consiguió que en la grada todos nos pusiéramos de su parte. Eso hasta que los que van provistos de radio nos informaron de que la expulsión tenía algo de justicia. Eso sí, justicia vamos a tener que tomarnos si el castigo a Ronaldo pasa de un partido. Hay que tener en cuenta que el desnarigado aún pudo jugar cuatro minutos más. ¿No tenía el tabique roto? ¿No sangraría? Alguno hubo que ya pensaba bajar al vestuario a exigir cuentas. Anda que si en vez de con el tabique roto acaba linchado en el propio estadio.